Washington, 7 abr (Prensa Latina) Los caracoles de caballo, uno de los más grandes del mundo, están en peligro de extinción debido a un siglo de recolección sin regulaciones de su gigantesca concha, reveló hoy una investigación.
Mediante la revista científica estadounidense PLOS ONE, los autores advirtieron que la llamativa especie, con hábitat en el Golfo de México, podría estar al borde del colapso, mientras la del estado de Florida vive una vida más corta y se reproduce más tarde de lo que se pensaba anteriormente.
Al utilizar la esclerocronología, ciencia de los anillos de los árboles, los tamaños llevaron a algunos científicos a suponer que los caracoles depredadores podrían vivir medio siglo o más, con las hembras aportando cientos de miles de pequeñas crías al mar durante décadas.
«La vida útil real es significativamente más corta», precisó el ecólogo marino de la Universidad del Sur de Florida Gregory S. Herbert, quien estuvo al frente del equipo.
Las caracolas de mayor tiempo que quedan en la naturaleza podrían tener pocos eventos de desove de por vida, si los hay, subrayó el artículo, que calificó a la población de todo el Golfo en crisis.
Evaluaciones anteriores mostraron que el tamaño de las hembras disminuyó durante décadas, una «señal universal de que se acerca un punto de inflexión», afirmó Herbert.
Al igual que otros animales marinos cerca de las costas densamente pobladas, los caracoles de caballo perdieron debido a la contaminación, entre otras, un ecosistema considerable, incluidas las zonas de reproducción favoritas (marismas y lechos de pastos).
Su hábitat también se está calentando debido al cambio climático, que los expertos creen presiona aún más a las especies de mar, en función de los efectos negativos del calor adicional en otros moluscos grandes.
Los resultados indicaron, sin embargo, que la amenaza más inmediata para la reducción de su número y tamaño es la sobreexplotación, principalmente por sus codiciadas conchas.
La cosecha comercial informada en Florida cayó de un máximo de 14 mil 511 caracoles caballares en 1996 a seis mil 124 en el año dos mil; y de mil 461 en 2015 a solo 67 en 2020, según datos de la Comisión de Conservación de Vida Silvestre y Pesca de Florida.
Hasta el momento ninguna fuente especializada divulgó los números de cosecha recreativa de esos animales, cuyas conchas blanquecinas se registraron antes de hasta dos pies de largo desde la parte superior puntiaguda hasta la punta del embudo.